ME DOLÍA LA PARTE SUPERIOR DEL ABDOMEN, CUANDO DESCUBRÍ POR QUÉ, CORRÍ AL MÉDICO UNA VEZ

 Como tenemos uso de la razón asociamos que los dolores están directamente relacionados con la zona que los sufre , por ejemplo si nos duele la pierna pensamos que nos la hemos golpeado, o si nos duele la cabeza solemos asociarlo con deshidratación o exceso de sol. .


Sin embargo, llegar a estas conclusiones no es tan sencillo, porque  la zona donde sentimos dolor no está necesariamente relacionada con la parte afectada . Por el contrario, estas molestias indican problemas en otras áreas del cuerpo que son más difíciles de acceder para un simple diagnóstico.

En este artículo hablaremos de aquellos dolores recurrentes que no necesariamente están directamente relacionados con la zona afectada por la dolencia , para poder determinar qué significan, para actuar con rapidez y evitar complicaciones mayores.

Dolores en el pecho

En general, las dolencias a nivel del pecho suelen ocurrir debido a problemas pulmonares . Esto sucede porque los pulmones no tienen suficientes terminaciones nerviosas y significa que no se puede sentir el dolor. Entre las causas del dolor que podemos sentir, se encuentran la tos y la dificultad para respirar.

Área del abdomen medio

Si el malestar se produce en la mitad del abdomen, justo por encima de las costillas,  es porque probablemente padeces algún problema a nivel gástrico , aunque no se pueden descartar problemas en el esófago o posible gastritis. Estos dolores también pueden ocurrir a la misma altura pero en la espalda. Finalmente, si el dolor aumenta a la hora de comer, pero disminuye después de comer, podríamos estar ante una úlcera.

Dolor en el lado izquierdo del pecho.

Podemos afrontar problemas cardíacos  cuando el dolor aparece en el lado izquierdo del pecho y continúa hasta los brazos, omóplatos y cuello. Los síntomas en esta región del cuerpo tienden a variar entre hombres y mujeres, pero si sientes presión en el pecho, es posible que estés enfrentando un infarto, en estos casos es mejor llamar al servicio de urgencias y asistir al médico lo antes posible. como sea posible.

Dolor en la zona del ombligo

Si esta parte del cuerpo le molesta,  el problema puede estar al nivel del intestino delgado . De ser así, el dolor irá acompañado de náuseas, fiebre y falta de apetito, síntomas que pueden revelar una apendicitis en el intestino grueso.

Dolores psicosomáticos

Como ya se mencionó, ante la presencia de malestar en el cuerpo, tendemos a pensar que estamos en presencia de alguna enfermedad física. Sin embargo, en la mayoría de los casos, este no es el caso, porque no todos los síntomas o molestias son el resultado de una enfermedad física.

De las molestias que sentimos a diario, aproximadamente el 70% se deben a causas naturales . Entre estas causas podemos mencionar las provocadas por nuestro propio organismo cuando funciona, es decir, cuando realizamos la digestión, cuando respiramos o cuando sudamos. Por otro lado, el medio ambiente impacta en nuestro organismo, donde podemos incluir factores como la contaminación, la humedad, el calor, el frío, etc.

El 5% de nuestros dolores se deben a enfermedades físicas, donde solo el 10% de estos son molestias realmente graves, por lo que  de cada 1000 dolores que tenemos, solo 4 son causados ​​por enfermedades graves .

Finalmente, tenemos el 25% de las dolencias físicas, que atribuimos a causas psicológicas . En este punto es donde se encuentran las enfermedades psicosomáticas. Este tipo de dolencias provocan cambios en nuestro organismo, lo que nos hace más sensibles al dolor e influir en distintas enfermedades. Entre los desencadenantes más importantes del dolor psicosomático tenemos la ansiedad o la depresión, que pueden generar:

  • En el sistema nervioso, dolores de cabeza, mareos, vértigo, desmayos, hormigueo, parálisis muscular, etc.
  • En los sentidos pueden provocar ceguera, visión doble o afonía.
  • En el sistema circulatorio provocan palpitaciones y taquicardias.
  • A nivel digestivo puede provocar sensación de atragantamiento, náuseas, vómitos, estreñimiento y / o diarrea.

Es por ello que los síntomas asociados principalmente  a problemas somáticos más frecuentes en las consultas médicas son el dolor de espalda (71%), seguido de mareos y / o vértigo (65%), dolor en extremidades (60%) y gases en el estómago (52%). Otro de los desencadenantes más importantes a nivel somático es el estrés  .

Esto se ha relacionado con hipertensión, enfermedad coronaria, asma, hiper e hipotiroidismo, úlceras de estómago, síndrome del intestino irritable, entre muchos otros. Por eso, lograr comprender el origen de nuestros dolores, que acompañado de un buen diagnóstico clínico por parte del médico y de dietas o medicaciones adecuadas, elevará la calidad de vida de las personas que padecen enfermedades.

Manejar el estrés y evitar el dolor

La mente juega un papel fundamental cuando se trata de estrés. Eliminar el dolor que provoca este estrés es más sencillo de lo que parece, todo está en controlar el órgano que genera los pensamientos en general, buenos y malos. Controlar la mente es uno de los mayores desafíos que enfrentan las personas.

Alguien estresado es un ser que no sabe manejar la presión al mismo tiempo que se deja influenciar por las emociones. Resulta que si empiezas a sentir dolor en tu cuerpo probablemente estés somatizando.

Te ayudaremos a controlar el estrés para que evites el dolor con estos consejos  

  • Conviértete en un automasaje  Si tienes mucha tensión en tus hombros, espalda, cabeza es el momento de aplicarte un masaje hecho por ti mismo. Es bastante sencillo, solo debes utilizar los dedos pulgar, índice y medio de cada mano y realizar movimientos circulares en la zona afectada.
  • Hacer algo de actividad física  Ponerse en movimiento es la mejor opción para aliviar sus molestias. Cuando te ejercitas drenas mental y físicamente lo que te pasa, por lo que te será mucho más fácil lidiar con esas emociones que alteran tu bienestar.
  • Descansa bien. Estamos seguros de que dormir 8 horas diarias hará que tu cuerpo tenga una mejor situación frente al estrés. Evita esos dolores y ámate un poco más, permitiendo que tu cuerpo tenga las horas de sueño necesarias.

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